Violencia de género de cuestion privada a cuestion social

Es importante, la toma de conciencia de la realidad individual, familiar y social, ayudándoles para que comprendan su condición de victimas, para lograr encontrar alternativas en el concepto de sí mismo y de las relaciones con los demás. El objetivo es que la madre y el/la menor sean conscientes de la realidad de su historia, por muy dolorosa que sea. Esta toma de conciencia es un proceso delicado, que necesita tiempo hasta que las victimas se sientan lo suficientemente seguras con su profesional de referencia como para acceder y aceptar su realidad. El apoyo social es fundamental; los menores expuestos a violencia de género deben de percibir comprensión, aceptación, ayuda y respeto de los adultos con los que se relacionan. Educadores, médicos, profesores, trabajadores sociales, psicólogos y otras personas que intervienen y se relacionan con el niño, deben de trabajar en red para proporcionar al menor el buen trato que necesita. Es fundamental señalar la importancia de procurar un apego seguro facilitando y promoviendo una vinculación sana entre los niños y sus figuras primarias de apego. El cuidador de referencia debe procurar y promover su vinculación, teniendo como fondo la calidad de la relación profesional. En general, el trabajo terapéutico con hijos e hijas de mujeres victimas de violencia de genero tiene como objetivo primordial potenciar las capacidades recibientes, aquellas mas positivas que les permitan reconstruir su historia y elaborar narrativas alternativas a lo que han vivido.
 
La sensibilización y toma de conciencia social permitió entre otras cuestiones que la violencia de género dejara de formar parte del ámbito privado, lo que posibilito hacer cada vez más visible la magnitud y gravedad de este problema social.
La diferente topología de violencia ejercida contra la mujer, los diferentes contextos donde se puede ejercer o los diferentes actos y victimas derivadas de esta forma de agresión han ido ampliando, especificando y conformando un concepto global de violencia de género.
Se concluye que el paso de considerar este problema como un problema social no solo implica un mayor conocimiento de esta problemática o nuevos cambios en la legislación vigente, sino también un nuevo modo de analizar sus causas y de surgir actuaciones para prevenirlas.
Decimos que es un problema social porque es un fenómeno de la sociedad que tiene un impacto negativo en las vidas de gran parte de la población; los problemas sociales son por definición cuestiones públicas y no cuestiones personales o privadas.
Si intentaríamos reducir la violencia al ámbito privado, impediría que la sociedad se haga cargo del problema. Ésta temática está asociada a otros problemas como el alcoholismo, las drogas, la delincuencia, el suicidio, etc.
La agresión afecta a todas las clases sociales y económicas pero sin embargo las mujeres con bajos recursos son generalmente las que acceden a los servicio sociales y les da menos reparos hablar de su situación.
 
La violencia de género es un flagelo que asota sobre el número de mujeres que sufren por este delito, que aumenta año a año y que por el momento no se puede detener a pesar de la creación de leyes para acabar con este maltrato. En muchos casos, el silencio que rodea tanto a las victimas como a la familias de las víctimas con claves para no poder erradicar un delito que se agrava con el correr del tiempo. A pesar de que en la Argentina a avanzado en materia legislativa con la sanción de la ley 26458 (en marzo de este año) que es la ley PROTECCION INTEGRAL PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, la situación en vez de disminuir no ha hecho mas que creer.